18. Dios el Espíritu Santo: Su
Bautismo
A. El Significado Del Bautismo Del
Espíritu Santo
Probablemente ninguna
otra doctrina
del
Espíritu Santo ha creado más confusión que el
bautismo del Espíritu.
Mucho de esto
se deriva
del hecho de
que el bautismo del Espíritu
comenzó
al mismo tiempo en
que ocurrían
otras
grandes obras del Espíritu,
tales
como la regeneración, la morada y el sellamiento.
También en algunas ocasiones el bautismo del Espíritu y
la plenitud del Espíritu ocurren al mismo tiempo. Esto ha guiado a algunos expositores a hacer sinónimos
de estos dos
acontecimientos. El
conflicto
en la interpretación,
sin
embargo,
se
resuelve si uno examina
cuidadosamente lo que la Escritura dice con relación
al bautismo del Espíritu. En total
hay once referencias específicas
al bautismo
del
Espíritu en el Nuevo Testamento (Mt. 3:11; Mr. 1:8; Lc. 3:16; Jn. 1:33; Hch. 1:5; 11:16; Ro. 6:1-4; 1 Co. 12:13; Gá.
3:27; Ef. 4:5; Col. 2:12).
B. El Bautismo
Del Espíritu Santo Antes De Pentecostés
Al examinar las referencias en los cuatro evangelios y en Hechos 1:5, se aclara que el bautismo del Espíritu es considerado en cada caso como un acontecimiento futuro,
el cual nunca había ocurrido previamente. No hay mención del bautismo del Espíritu en el Antiguo Testamento, y los
cuatro evangelios se unen con Hechos 1:5 en anticipar el bautismo del Espíritu
como un evento
futuro. En los evangelios, el bautismo del Espíritu se presenta como una obra la cual Cristo hará por medio del Espíritu Santo como su agente, como, por ejemplo, en Mateo 3:11, donde Juan el
Bautista predice que Cristo «os bautizará
en Espíritu Santo y
fuego». La referencia al bautismo por fuego parece hacer alusión a la segunda
venida de Cristo y los juicios que ocurrirán en ese tiempo, y también se menciona en Lucas 3:16, pero no en Marcos 1:8 o en Juan 1: 33. A veces la
intervención del Espíritu Santo se expresa por el uso de la preposición griega en, como en Mateo
3:11, Lucas 3:16 y Juan 1:33. Ya sea que la preposición se use o no, el pensamiento es claro en cuanto
a que Cristo bautizó por el Espíritu Santo. Algunos han tomado esto como algo diferente
del bautismo del Espíritu del que se habla en Hechos y en las Epístolas, pero el punto de vista
preferible
es que el bautismo del
Espíritu es el mismo en todo
el Nuevo Testamento.
El bautismo en
cualquier caso es por medio del Espíritu Santo.
La norma de la doctrina es expresada por Cristo mismo cuando Él contrastó
su bautismo, administrado por Juan, con el futuro bautismo de los creyentes por medio del Espíritu Santo, lo cual ocurriría después
de su ascensión.
Cristo dijo: «Porque Juan ciertamente bautizó con
agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días» (Hch.
1:5).
C. Todos Los Cristianos Son Bautizados Por El
Espíritu En La Edad Presente
A causa de la confusión en cuanto a la naturaleza
y tiempo del bautismo del Espíritu, no siempre ha sido reconocido que cada cristiano
es bautizado por el Espíritu dentro del cuerpo de
Cristo en el momento de su salvación.
Este hecho es destacado en el pasaje central
sobre el bautismo del Espíritu en el Nuevo Testamento en 1 Corintios 12:13. Allí se declara: «Porque por
un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres;
y a
todos se nos dio a beber de un
mismo Espíritu
En este pasaje la preposición griega «en» es traducida correctamente «por», en lo que se llama
el uso instrumental de esta preposición. Este uso instrumental es ilustrado por medio de la misma
preposición en Lucas 4: 1, donde se dice que fue «llevado por el Espíritu al desierto», y por la
expresión «por vosotros» en 1 Corintios 6:2, por la expresión «por medio de El» en Colosenses
1: 16 y por la frase «en Dios Padre» en Judas 1. El argumento de que la preposición no es usada con respecto
a personas en la Escritura está errado. De acuerdo a ello, si bien es verdad, como se indica en 1 Corintios 2:13, que por el bautismo del Espíritu entramos en una nueva relación del
Espíritu, la enseñanza no es tanto que seamos traídos dentro del Espíritu como que por medio del Espíritu somos traídos dentro del cuerpo de Cristo. La expresión «todos nosotros» se refiere claramente a todos los cristianos, no a todos los hombres, y no de estar limitada a algún grupo de cristianos en particular. La verdad es más bien que cada cristiano
desde el momento que es salvo
es bautizado por el Espíritu dentro del cuerpo de Cristo. Así, Efesios 4:5 se refiere a «un Señor,
una fe, un bautismo». Mientras que los rituales
del bautismo por agua varían, hay un solo bautismo del Espíritu.
La universalidad de este ministerio se destaca tan por el hecho de que en la Escritura el cristiano
nunca es exhortado a que sea
bautizado por el Espíritu, mientras sí se le
exhorta a ser lleno del Espíritu (Ef. 5:18).
D. El Bautismo Del Espíritu Dentro Del Cuerpo De Cristo
Por medio del bautismo del Espíritu se cumplen dos resultados
importantes. El primero, que el
creyente es bautizado
o ubicado dentro del cuerpo de Cristo; relacionado esto es la
segunda figura del bautismo en
Cristo mismo. Estos dos resultados
simultáneos del bautismo del Espíritu son tremendamente
significativos. Por medio del bautismo:
del Espíritu
el creyente
es colocado
dentro del cuerpo Cristo
en la unión viviente
de todos los creyentes verdaderos
en la edad presente. Aquí el bautismo tiene
su significado primario en
el hecho de ser ubicado, iniciado,
y en que nos ha sido dada una relación nueva y permanente. Por consiguiente, el bautismo del Espíritu relaciona a los creyentes
con
todo
el cuerpo
de
la
verdad que se revela en la Escritura
concerniente al cuerpo de Cristo. El cuerpo de los creyentes, formado así por el bautismo del Espíritu y aumentado a medida que los
miembros
adicionales son añadidos, se
menciona
frecuentemente en las Escrituras (Hch. 2:47; 1 Co. 6:15; 12:12-14; Ef. 2:16; 4:4-5, 16; 5:30-32; Col. 1:24; 2:19). Cristo es la Cabeza de su cuerpo y el Único que dirige sus actividades (1 Co.
11:3; Ef. 1:22-23;
5:23-24; Col. 1:18). El cuerpo así formado y dirigido
por Cristo también es
nutrido y cuidado por Cristo (Ef. 5:29; Fil. 4:13; Col. 2:19). Una de las obras de Cristo es la de
santificar
el cuerpo de Cristo en preparación
para su presentación en gloria (Ef. 5: 25-27).
Como
miembro
del
cuerpo de Cristo,
al
creyente se le dan
también dones
o
funciones
especiales en el cuerpo de Cristo (Ro. 12:3-8; 1 Co. 12:27-28; Ef. 4:7-16). Siendo colocado
dentro del cuerpo de Cristo por medio del Espíritu Santo, no sólo es segura la unidad del cuerpo, sin distinción
de raza, cultura o fondo social, sino que también es seguro que cada creyente tiene su
lugar y función particulares y su oportunidad para servir a Dios sin el armazón de su propia personalidad y dones. El cuerpo
como
un todo es «unido entre sí» (Ef. 4: 16); esto
es, aunque los miembros
difieran, el cuerpo como un todo está bien planeado
y organizado.
E. El Bautismo
Del Espíritu En Cristo
En adición a su relación con respecto
a los otros creyentes en el cuerpo de Cristo, el que es bautizado por el Espíritu tiene una nueva posición en cuanto a estar
en Cristo. Esto fue anticipado en la predicción de Juan 14:20, donde Cristo dijo la noche antes de su crucifixión: «En aquel día
vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.» La expresión «vosotros en
mí»
anticipaba el futuro bautismo del Espíritu.
Como consecuencia de que el creyente está en Cristo, es identificado en lo que Cristo hizo en
su muerte, resurrección y glorificación. Esto se presenta en Romanos 6:1-4, donde se declara que el creyente es bautizado
en Jesucristo y en su muerte,
y si lo es en su muerte,
está sepultado
y resucitado con Cristo. Esto ha sido tomado a menudo para representar
el rito del bautismo por agua, pero en cualquier caso también representa la obra del Espíritu Santo, sin la cual el rito sería
carente de significado. Un pasaje similar se encuentra en Colosenses 2:12. Nuestra identificación
con Cristo a través del Espíritu es una base importante para todo lo que Dios hace por el creyente en el tiempo
y la eternidad.
Dado que un creyente está en Cristo, él también tiene la vida de Cristo, la cual es compartida por la cabeza con el cuerpo. La relación de Cristo con el cuerpo como su Cabeza también se
relaciona con la dirección soberana
de Cristo de su cuerpo, del
mismo modo como la mente dirige al cuerpo en el cuerpo humano de
los creyentes.
F. El Bautismo Del Espíritu En Relación Con La Experiencia Espiritual
En vista del hecho de que cada cristiano
es bautizado por el Espíritu en el momento de su
salvación, está claro que el bautismo es una obra de Dios para ser comprendida y recibida
por la fe. Aunque la experiencia espiritual subsiguiente puede confirmar el bautismo del Espíritu, el
bautismo no es una experiencia en sí mismo. Por ser universal y relacionado con nuestra posición en Cristo, el bautismo es un acto instantáneo de Dios y no es una obra para ser buscada después
de haber nacido de nuevo.
Se ha originado mucha confusión por la afirmación de que los cristianos deberían buscar el bautismo del Espíritu especialmente como se manifestaba en el hablar en lenguas en la Iglesia
primitiva. Mientras que en los tres ejemplos en Hechos (caps. 2, 10 y 19) los creyentes hablaron en lenguas en el tiempo de su bautismo por el Espíritu,
queda claro que esto fue excepcional y relacionado
al carácter transitorio del libro.
En todos los otros
ejemplos donde figura
la salvación no hay mención del hablar en lenguas como algo
que acompañe al bautismo del Espíritu.
Más adelante,
es bastante claro que mientras que todos los cristianos
son bautizados por el
Espíritu, no todos los cristianos
hablaron en lenguas en la Iglesia primitiva Por lo tanto, el
concepto de buscar el bautismo del Espíritu como un medio de una obra excepcional
de Dios en la vida del cristiano es sin fundamento escritural. Aun la plenitud del Espíritu no se manifiesta en hablar
en lenguas, sino más bien en el fruto del Espíritu,
como se menciona en Gálatas 5: 22-23. El hecho es que los cristianos corintios hablaron en lenguas sin estar llenos del Espíritu.
A veces se alega un error similar, el cual sostiene que hay dos bautismos del Espíritu, uno en
Hechos 2 y el otro en 1 Corintios 12:13.
Una comparación
de la conversión
de Cornelio en Hechos lO-11 con Hechos 2 aclara que lo que le ocurrió a Cornelio, un gentil, fue exactamente lo mismo que lo que les había ocurrido a los
discípulos en el día de Pentecostés.
Pedro dice en Hechos 11:15-17: «y
cuando comencé a hablar,
cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. Entonces
me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo: «Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.
Si Dios,
pues, les concedió también el mismo don que a
nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios ?»
Considerando que el bautismo del Espíritu coloca al creyente dentro del cuerpo de Cristo, es,
pues, la misma obra de Hechos 2 a través de la presente dispensación.
El bautismo del Espíritu
Santo es, por lo tanto, importante, puesto que es la obra del Espíritu
que nos coloca en una nueva unión con Cristo y nuestros hermanos creyentes, una nueva posición en Cristo. Es la base para la justificación y para toda la obra de Dios, la cual presenta al final al creyente perfecto en
gloria.
PREGUNTAS
1. ¿Cómo distinguiría el bautismo del Espíritu, de la obra del Espíritu
en la regeneración,
morada
y sellamiento?
2. ¿Cómo distinguiría el bautismo del Espíritu de la plenitud del Espíritu?
3. ¿Por qué
ha habido confusión entre el bautismo del Espíritu y otras obras del Espíritu?
4. ¿Cuál es el significado del hecho de que el bautismo en Espíritu en los cuatro evangelios y
en Hechos 1 se mencione como una
obra futura?
5. ¿Qué evidencia puede alegarse
respecto a que todos los cristianos son bautizados
por el
Espíritu en
la edad presente?
6. ¿Por qué
nunca se exhorta a los cristianos que sean
bautizados por el Espíritu?
7. ¿Cuál es el significado de ser bautizado dentro
del cuerpo de Cristo?
8. ¿Cómo indica
la figura del cuerpo de Cristo que Cristo dirige la Iglesia?
9. ¿Cómo presenta
la
figura del cuerpo de Cristo dones especiales dados a los creyentes?
10. ¿Qué verdades especiales
son presentadas por el bautismo del
Espíritu en Cristo?
11. ¿Cómo se relaciona el bautismo en Cristo a nuestra identificación con El en su muerte, resurrección
y glorificación?
12. ¿Cómo el
bautismo en Cristo
sostiene la idea
de que compartimos la
vida eterna?
13. ¿Por qué
el bautismo del Espíritu no es en sí mismo una
experiencia espiritual?
14. ¿Es necesario
el hablar en lenguas para ser bautizado por
el Espíritu?
15. ¿Es necesario
hablar en lenguas para ser llenado
por el Espíritu?
16. ¿Qué es lo que está incorrecto
en la enseñanza que el bautismo del Espíritu en Hechos 2
difiere del bautismo del
Espíritu en 1 Corintios 12: 13?
17. Resumir la importancia del bautismo del Espíritu como una obra relacionada con nuestra
salvación.